Evangelio del Día
6 de noviembre de 2025
"Habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se arrepiente"
¡Buenos días, queridos hermanos en Cristo!
El evangelio de hoy es uno de los más consoladores de toda la Escritura. Jesús responde a las críticas de los fariseos no con un argumento teológico, sino con el corazón de un Padre. Nos revela un Dios que no se queda pasivo esperando a que regresemos; es un Dios que nos busca activamente, que nos considera un tesoro y que celebra una fiesta cuando nos encuentra.
¿Nos hemos creído la mentira de que somos uno más del montón, o entendemos que Dios dejaría todo para buscarnos a nosotros individualmente?
📖 Evangelio según San Mateo 15,1-10
En aquel tiempo, se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: «Ese acoge a los pecadores y come con ellos». Jesús les dijo esta parábola: «¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice: “¡Alegraos conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había perdido!”. Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento. O ¿qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende una lámpara, barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas y les dice: “¡Alegraos conmigo, porque he encontrado la dracma que se me había perdido!”. Os digo que la misma alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo pecador que se arrepiente».
📅 Información Litúrgica
- Tiempo: Ordinario – Semana 31
Color: Verde (esperanza y crecimiento espiritual)
⛪ Celebraciones
Santo del día: Feria del Tiempo Ordinario. (Opcional: San Leonardo de Noblat, ermitaño, o Beatos Mártires de la Guerra Civil Española)
Conexión mariana: María, Refugio de los Pecadores y Madre del Buen Pastor, que intercede incansablemente por las «ovejas perdidas» de su Hijo.
💭 Reflexión: La Lógica Incomprensible del Amor Divino
La Murmuración de los "Justos"
El evangelio comienza con un conflicto: los "justos" (fariseos y escribas) critican a Jesús por su misericordia. Para ellos, los pecadores son casos perdidos, gente que debe ser evitada. La murmuración nace de un corazón que no entiende la misericordia, un corazón que se cree en regla y juzga a los demás desde su supuesta superioridad moral.
Un Dios que Busca
Jesús responde con dos parábolas que rompen la lógica humana. El pastor deja 99 ovejas (¡en el desierto!) para ir tras una. La mujer pone la casa patas arriba por una moneda. Para el mundo, es un mal negocio. Para Dios, es la única lógica posible. No somos un número; somos un tesoro personal. Dios no nos ama "en grupo"; nos ama por nuestro nombre. Él no espera a que volvamos; Él toma la iniciativa, enciende la lámpara, barre la casa y sale al desierto a buscarnos.
La Alegría de Encontrar
El punto central de ambas parábolas no es el pecado de perderse, sino la alegría de ser encontrado. El pastor "se la carga sobre los hombros, muy contento". La mujer "reúne a las amigas y a las vecinas". El cielo celebra una fiesta. Esto es crucial: nuestra conversión no es un trámite sombrío, es la causa de la alegría de Dios. Él se alegra más por el pecador arrepentido que por los "justos" que se sienten seguros y no necesitan convertirse.

María, Refugio de los Pecadores
Nadie entiende esta misericordia como la Virgen María. Ella es la Madre del Buen Pastor. Mientras los fariseos murmuran, María acoge. A ella la invocamos como "Refugio de los Pecadores". Ella no ve al pecador con desprecio, sino con la ternura de una madre que ve a su hijo herido y perdido. Ella es la "mujer" de la parábola que, junto al Espíritu Santo (la lámpara), "barre" nuestro corazón de pecado e intercede ante su Hijo hasta que la "dracma" (nuestra alma, creada a imagen de Dios) es encontrada y recupera su brillo.] María nos enseña [a confiar en la misericordia: A no tenerle miedo a Dios cuando hemos pecado, sino a correr hacia Él, sabiendo que nos espera una fiesta, no un castigo. A tener un corazón de "Buen Pastor" por los demás, dejando de juzgar y empezando a buscar y rezar por los que están lejos. A acudir a Ella como nuestra abogada, para que nos ayude a "barrer la casa" del alma y nos lleve sobre sus hombros de vuelta a Jesús
🎯 En Tu Vida Personal
- Haz un buen examen de conciencia. Reconoce en qué te has «perdido» y no tengas miedo de ir a la Confesión pronto para experimentar la alegría del perdón.
- Identifica la «dracma perdida» en tu alma: ¿un talento que no usas para Dios? ¿Una gracia que has descuidado? Pide al Espíritu Santo que te ayude a encontrarla.
- Si te sientes «justo» y tiendes a criticar a los demás, pide a Dios un corazón humilde que reconozca su propia necesidad de conversión.
🎯 En Tu Familia
Sé un instrumento de misericordia, no de juicio. Cuando alguien en tu familia cometa un error, acógelo sin reproches y ayúdale a levantarse.
Reza activamente por el familiar que está más alejado de Dios. Sé el «pastor» que va en su búsqueda con oración y amor, sin rendirse.
Celebren los perdones. Cuando haya una reconciliación en casa, que sea un motivo de alegría y no de rencor
🎯 En Tu Comunidad
Abandona la «murmuración» en tu parroquia. No critiques a los que no vienen; reza por ellos y piensa en cómo invitarlos.
Alégrate sinceramente cuando veas la conversión o el crecimiento espiritual de otra persona, sin envidia ni sospecha.
Participa en obras de misericordia que «busquen» a los perdidos (pastoral penitenciaria, ayuda a personas en situación de calle, etc.).
Oración del Día
Señor Jesús,
Buen Pastor, que dejas a las noventa y nueve para buscarme a mí, te doy gracias por tu amor incansable. Perdóname por las veces que me escondo de Ti, creyendo que mi pecado es más grande que tu misericordia. Hoy me reconozco como tu oveja perdida. Cárgame sobre tus hombros. Hoy me reconozco como tu dracma valiosa. Ilumina mi alma con tu gracia. Que, por la intercesión de la Virgen María, Refugio de los Pecadores, yo pueda experimentar hoy la alegría de ser encontrado y unirme a la fiesta del cielo.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
💫 Reflexión Personal
¿Me siento realmente buscado y amado por Dios, o me veo como un caso perdido?
💫 Espejo del Alma
¿En mi vida, actúo más como el fariseo que juzga o como el pastor que busca?
Viviendo la Fe.
¿Quién es la "oveja perdida" en mi entorno por la cual Dios me pide hoy rezar e interceder, como lo haría María?
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